Trastornos de Personalidad (Grupo C)

Y llegamos al último grupo de los trastornos de personalidad, el grupo C. Este grupo está compuesto por el trastorno de personalidad por dependencia, por evitación y el obsesivo compulsivo. El trastorno obsesivo compulsivo de personalidad está explicado en un post anterior, donde se compara con el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Para no aburrir a la gente, no voy a explicar este último, de nuevo.

Las personas de este grupo se caracterizan por ser más ansiosas o temerosas que la media. Cada trastorno tiene sus características particulares, pero tienen en común un alto nivel de ansiedad que forma parte de su día a día.


Trastorno por Dependencia: Estas personas tienen una necesidad constante de estar con alguien y de que se ocupen de ellos. Les cuesta mucho tomar decisiones por ellos mismos y necesitan saber siempre la opinión de los demás. Tienen mucho miedo al abandono y por ello, muchas veces, no dicen lo que piensan para evitar que los demás se enfaden con ellos. Son capaces de obedecer y hacer lo que los demás quieran para no tener que pasar por una situación de abandono. Dan la sensación de no ser capaces de llevar las riendas de su vida.  Dependen completamente del otro para satisfacer sus necesidades emocionales. Temen estar solos, por lo que es normal que estas personas salten de una relación sentimental a otra sin pasar por un periodo de adaptación a la soledad. Cuando se encuentran en una situación de soledad, experimentan ansiedad. Su miedo a la soledad viene marcado por su creencia de que no son autosuficientes.

Son personas con la autoestima muy baja. Consideran que no son valiosos y que no tienen la capacidad suficiente para enfrentarse a las dificultades de la vida. Al no confiar en ellos mismos, tienen problemas a la hora de tomar decisiones. No confían en su criterio, por lo que prefieren que los demás tomen las decisiones por ellos, sobre todo si son importantes. Tienden a ser muy pesimistas y se infravaloran constantemente. Su personalidad puede afectar a su trabajo ya que no se ven capaces de tener ningún tipo de responsabilidad. Experimentan elevados niveles de ansiedad si se les pide que dirijan un proyecto o tomen la iniciativa.

La infancia de estas personas ha estado teñida por una sobreprotección. Les hicieron creer que necesitaban siempre a alguien que se ocupara de ellos, generando así una sensación de que no serían capaces de valerse por sí mismos. Puesto que cuando eran pequeños recibían cariño, cuando se dejaban cuidar, en el fondo tienen temor a ser independientes. Tienen la idea irracional de que si son independientes y capaces de hacer las cosas por sí mismos, los demás les abandonarán. Han acabado adoptando el rol de "ser cuidado" y sus relaciones personales, su trabajo y la idea de sí mismos gira entorno a eso.



Trastorno por Evitación: Este trastorno se caracteriza por una inhibición social y una hipersensibilidad a las críticas negativas. Al igual que el trastorno anterior, estas personas también sufren ansiedad y tienen mucho temor. La diferencia con los anteriores es que éstos procuran no tener mucho contacto social por miedo a ser avergonzados o criticados. Ambos trastornos tienen como telón de  fondo un miedo al rechazo, pero se forma de afrontarlo es distinta. Los evitativos se aíslan y procuran no tener que hacer trabajos o actividades que requieran estar con más gente.

Es frecuente que, igual que los anteriores,  se vean a sí mismos como poco valiosos y crean que los demás piensan que no son interesantes o valedores de atención. Les da miedo mantener relaciones cercanas donde se tengan que exponer. Se sienten muy vulnerables en la intimidad y eso les lleva a evitar cualquier tipo de relación. Esto dificulta que tengan pareja, aunque si consiguen un ambiente donde se sientan protegidos, seguros y aceptados, pueden llegar a tener relaciones.

Por lo general son tímidos e intentan pasar inadvertidos. Debido a su miedo a la crítica, aceptan muy mal cualquier tipo de comentario no positivo. Son mucho más sensibles que otras personas y enseguida se pueden sentir ofendidos. Como es lógico, tienen pocos amigos. A primera vista pueden parecer personas extrañas a las que no les gusta socializar pero, la realidad es que no se ven capaces de hacerlo. Tienen deseos por relacionarse y tener amigos, pero su miedo al rechazo es mayor que sus deseos.

Algunas teorías sobre del origen de este trastorno afirman que, en su infancia, estos niños sufrieron rechazo y humillación por parte de sus padres. Tanto lo que hacían bien como lo que no les era criticado, llevándoles a creer que no eran capaces de hacer nada bien. Otras teorías creen que existe un factor biológico e incluso un factor genético. El factor ambiente, puede ser además importante: si los niños son criados por padres que a su vez son evitativos, se relacionarán con muy poca gente. Esa falta de relaciones en la infancia, puede ocasionar un déficit a la hora de relacionarse de adultos.


Como hemos visto, ambos trastornos se caracterizan por un gran temor y por la presencia de la ansiedad. En el trastorno obsesivo-compulsivo de personalidad no hay un temor al rechazo, pero sí son personas que sufren mucha ansiedad y que viven con un miedo constante a que las cosas no se hagan de la forma que ellos quieren. Es por eso que estos tres trastornos son considerados como ansiosos o temerosos. 

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