Trastornos de la Conducta Alimentaria

Después de un descanso por vacaciones, retomamos los post para que sigáis aprendiendo sobre los distintos trastornos psicológicos que existen. En este caso vamos a hablar de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA). 

A día de hoy, el Manual Diagnóstico que usan los psicólogos hace referencia a varios trastornos de la alimentación, pero los dos grandes bloques (y los más conocidos a nivel popular) son la anorexia y la bulimia. Ambos trastornos están muy relacionados con problemas de autoestima. En esta entrada voy a hablar solo de estos dos grupos, pero incluyo una referencia de un artículo por si estáis interesados en ampliar información sobre los otros trastornos. 

La anorexia nerviosa se caracteriza por un rechazo por mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo (teniendo en cuenta la edad y la altura). Las personas con este trastorno tienen un miedo horrible a engordar y a volverse obesos. Se da también una alteración de la percepción del peso y de su propio cuerpo. Lo que para una persona sana sería normal o delgado, para las personas anoréxicas es "gordo". Algunas de estas personas son conscientes de que no es saludable lo delgadas que están, pero aún así, su miedo a subir de peso es mayor que su preocupación por su salud. 



Dentro de la anorexia nerviosa existen dos tipos: restrictivo y compulsivo/purgativo. El tipo restrictivo se caracteriza por la falta de ingesta de alimentos Normalmente se asocian los atracones y los vómitos con la bulimia, pero estos también pueden darse en personas con anorexia. El tipo compulsivo/purgativo se caracteriza justamente por eso. Las personas anoréxicas también pueden darse atracones. Después de esos episodios, les invade la culpa por lo que recurren a vómitos, al uso de laxantes o diuréticos o hacen ejercicio de forma compulsiva para no engordar. 

Estas personas viven dominadas por la comida. Es irónico porque comen muy poco, pero aún así, la mayor parte del tiempo lo pasan pensando en comida. Aunque a día de hoy el porcentaje de mujeres con anorexia es mayor, cada vez es más común encontrar hombres con este trastorno. 

Esta enfermedad puede poner en riesgo la salud de los que la padecen. Debido a la escasa cantidad de alimentos que ingieren, pueden llegar a tener problemas graves de salud como problemas cardiacos, amenorrea (desaparición del periodo), pérdida de masa muscular (puede llegar a frenar el crecimiento), problemas intestinales, pérdida del cabello, etc. En los casos más extremos, puede incluso provocar la muerte. 


Es un trastorno bastante grave y que precisa tratamiento. Cuando el peso es excesivamente bajo y el paciente se niega a comer, es necesario el ingreso hospitalario para impedir consecuencias físicas graves. Se puede tardar de 6 meses a un año hasta que nos damos cuenta de que una persona sufre este problema. Cuando alguien empieza a bajar de peso, al principio puede parecer algo normal. ¿Quién no ha estado a dieta alguna vez? El problema es cuando esa pérdida de peso se convierte en obsesión y se llega a extremos no saludables. Por lo general, las personas anoréxicas son muy perfeccionistas. Tienen un sentido del deber muy marcado y son muy disciplinadas. Esto hace que quieran alcanzar la perfección en todo. 

A corto plazo, la pérdida de peso puede suponer un gran bienestar, pero a largo plazo, el sufrimiento es muy grande. A la larga se acaban sintiendo vacías y solas. Para no tener que comer en público cuentan mentiras como que no se encuentran bien o que han comida antes de ir. Esa red de mentiras que van generando, las aleja cada vez más de sus amigos y familiares. Aparentemente pueden parecer personas felices, pero por dentro se encuentra un gran malestar. 


La bulimia nerviosa es el segundo trastorno de la conducta alimentaria más común. Este se caracteriza por la presencia de atracones de forma recurrente. El denominador común de estas personas es la pérdida de control de la ingesta de comida, y no la obsesión por el bajo peso, como en las anoréxicas. La mayoría de las personas con bulimia tienen un peso normal o incluso por encima de lo saludable. Los atracones se suelen dar mínimo dos veces por semana y se caracterizan por la sensación de pérdida de control por parte de la persona. Una vez que empiezan a comer, no son capaces de parar. Una vez que se ha producido el atracón, pueden recurrir a vómitos, uso de laxantes, diuréticos y otros fármacos (tipo purgativo). En los casos donde no se recurre a purgas (tipo no purgativo), recurren al ayuno o hacen ejercicio para compensar..


La bulimia funciona como un círculo vicioso: Por lo general, la persona no se encuentra a gusto con su cuerpo, por lo que se pone a dieta estricta. Después de unos días comiendo poco, empieza el hambre y los deseos por comer. Como han estado varios días comiendo poco, se dan un atracón. Después del atracón aparecen sentimientos de culpa, lo que generalmente lleva al vómito o al uso de laxantes. En otros casos puede aparecer el ayuno. Todo esto produce sentimientos de vergüenza y vuelven a fijar su atención en el cuerpo, volviendo a ponerse a dieta restrictiva. 

A diferencia de las anoréxicas que tienen mucho autocontrol, las personas bulímicas son más impulsivas, por eso pasan de un extremo (dieta absoluta) al otro (atracones). Este trastorno suele aparecer en personas con trastorno límite de la personalidad. Lo que es común en ambos trastornos es que la comida controla la vida de estas personas. Coman mucho o poco, no paran de pensar en comida. 

Las consecuencias físicas en la bulimia son menos graves que en la anorexia y es menos probable que se llegue a la muerte, pero también pueden aparecer daños físicos si el uso de laxantes y los vómitos se da de forma frecuente. Las consecuencias más negativas se dan en el estómago, en la garganta y en el deterioro de los dientes. 


Es importante poder detectar el problema cuanto antes para que la persona afectada y la familia reciban la ayuda necesaria. Generalmente, en estos casos la terapia de familia resulta muy útil junto con terapia individual para el paciente. Si crees que alguien cercano a tí puede estar sufriendo alguno de estos problemas, ponte cuanto antes en contacto con un profesional. Son problemas severos y que si no se controlan a tiempo, pueden traer consecuencias muy negativas. 

A continuación os dejo un link con un relato de una chica que padeció anorexia y cuenta su experiencia. En el relato hace referencia a las páginas de internet "Pro Mía" y "Pro Ana". Ana y Mía (anorexia y bulimia) es la forma que tienen de referirse a ellas la gente con estos problemas. Estas enfermedades ocupan tanto la vida de las personas que al final se convierten en su estilo de vida. En estas páginas (muchas de ellas han sido cerradas por el gobierno) las chicas cuentan sus experiencias y se dan ánimo unas a otras. Lo que no cuentan aquí es el sufrimiento que conlleva padecer esta enfermedad. Esto es algo muy serio y no se debe tomar a la ligera. En esta vida el físico no lo es todo. El otro día leí una frase que me pareció buenísima: "Serás todo lo guapa que quieras, pero dime...si el mundo fuera ciego ¿A cuánta gente impresionarías?" La belleza es algo efímero que acaba desapareciendo, procura que cuando se haya ido, lo que quede sea algo con lo que estés contento. 

http://elpais.com/diario/2008/09/21/eps/1221978407_850215.html


Existe también el trastorno sin especificar. En ese caso se daría una mezcla entre conductas propias de la anorexia y de la bulimia. No predominaría uno u otro sino que irían intercalándose. 


Por si alguien quiere ampliar el tema y conocer la situación actual de los criterios diagnósticos de todos los TCA: 

Behar, R. y Arancibia, M. (2014). DSM-V y los trastornos de la conducta alimentaria. Revista chilena de neuro-psiquiatría, 52, 22-33

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