Psicópatas: ¿Enfermos mentales o personas crueles?

Hola a todos. En esta entrada se va a explicar qué es la psicopatía y qué posibles explicaciones hay acerca de este trastorno.

Cuando pensamos en un psicópata, por lo general nos imaginamos al típico asesino en serie que aparece en películas o series americanas como Mentes Criminales. Los psicópatas pueden convertirse en asesinos, es cierto, pero no todos tienen que llegar tan lejos.

Lo que caracteriza a los psicópatas es su falta de empatía, de culpabilidad y de remordimiento. Son personas impulsivas y suelen tener problemas de conducta desde edades tempranas. Son capaces de mentir sin sentirse mal y sin que les tiemble la voz. Son expertos en manipular a los demás y aunque son incapaces de entender el daño que pueden causar con sus acciones, son muy hábiles a la hora de "leer" a los demás. Suelen tener mucha labia lo que les permite conseguir lo que quieren. Son muy inteligentes y capaces de fingir muy bien estados de ánimo y emociones que en realidad no experimentan. Suelen ser muy egocéntricos y tienen poco interés en las relaciones personales.

Los psicópatas no se encuentran solo en las cárceles, sino que también podemos encontrarlos en nuestro día a día. Es lo que se ha llamado "psicópatas integrados". Muchos expertos comparten la idea de que la sociedad de hoy en día fomenta que las personas se vuelvan más insensibles al sufrimiento ajeno y cada vez se justifica más la idea de que "el fin justifica los medios". Hoy en día está bien visto pisotear a los demás en el ámbito laboral si de esa manera consigues ascender. Parece que es normal mirar por uno mismo y el tenerlo todo sin importar el coste.


Algunos expertos apoyan que los psicópatas no nacen, sino que se hacen. Por el contrario, los avances de la ciencia han demostrado que los psicópatas tienen regiones del cerebro menos desarrolladas que el resto de personas. Neurólogos como el doctor Kiehl y el doctor Blackwood, han realizado escaneres cerebrales a asesinos y han encontrado que estos tienen menor densidad en el sistema paralímbico, donde se encuentran la amígdala y la corteza prefrontal. Ambas regiones están encargadas del procesamiento de las emociones. Al tener esas zonas del cerebro dañadas o menos desarrolladas, tienen dificultades para manejar las emociones y para pensar antes de actuar. Una de las cosas que nos frena y nos impide hacer daño a los demás es que somos capaces de ponernos en el lugar del otro y de entender que si hacemos algo malo, eso provocará dolor al otro. Los psicópatas, por el contrario, son incapaces de hacer esas conexiones. Este nuevo descubrimiento en este campo ha llevado a los profesionales a creer que los psicópatas son enfermos y no personas crueles o malvadas.

Esto no justifica sus actos, ni mucho menos, simplemente da una nueva perspectiva acerca de este trastorno. Este nuevo enfoque permite entender mejor el comportamiento de estas personas y es útil de cara al tratamiento. Es cierto que es difícil tratar este trastorno y en muchos casos se ha visto que no hay forma de que los síntomas mejores, pero con la estimulación adecuada y sabiendo que es un problema con base neurológica, se podrían obtener resultados positivos.




Tanto el cine como la televisión ha explotado mucho la figura del psicópata como el personaje de Hannibal Lecter o en la película American Psycho. Esto nos acerca a la típica imagen del psicópata asesino, pero recordad que no todos tienen que ser tan drásticos. Para muchos, matar no entra en sus planes pro lo que nunca llegan a cometer asesinato. Lo que sí es más típico, es encontrarse con que maltratan animales, sobre todo en la infancia. Son crueles por naturaleza, pero cada persona la puede canalizar de una forma diferente.

Actualmente se utiliza el cuestionario PCL-R para medir la psicopatía. Este cuestionario es el más utilizado ya que discrimina y separa dos tipos de síntomas: Factores tipo I y factores tipo II. Los del tipo I son los que hacen referencia a la psicopatía como tal (grandiosidad del yo, mentira patológica, falta de remordimientos...) mientras que el tipo II abarca los síntomas típicos del trastorno antisocial (falta de autocontrol, impulsividad, delincuencia juvenil...). No todos los psicópatas tienen que tener un trastorno antisocial de la personalidad (para más información acerca de este trastorno consultar la entrada de los trastornos de personalidad del tipo B), y no todos los antisociales son psicópatas. Es cierto que hay una alta correlación entre ambos. Cantos menos síntomas antisociales presenten, más difícil es detectarlos.

Debido a que las personas que presentan este problema no acuden a terapia ni piden tratamiento por su propio pie, es necesario actuar en la infancia y antes de que el trastorno se desarrolle por completo. En este caso, es más efectiva la prevención que el tratamiento. Es por eso importante que tanto en casa como en el colegio se preste especial atención a conductas llamativas para poder evitar que un niño acabe siendo un psicópata.

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