Personajes del camino
¿Qué persona eres
ahora mismo?
En el último artículo hablamos
del viaje del héroe. Ese camino por el que todo héroe pasa antes de conseguir
la victoria. Vimos que ese viaje es aplicable a nuestras vidas y que todos
somos los héroes de nuestra propia vida.
Hoy vamos a ver qué personas pueden ir
apareciendo en la historia y podrás identificar qué papel estás desempeñando en
tu vida actualmente. También puedes pensar en qué ventajas y desventajas tiene
cada personaje. Todo en esta vida tiene una parte buena y una parte mala, ¿eres
capaz de encontrar lo bueno y lo malo de cada uno?
El primer personaje que aparece
es El Inocente. Este personaje
representa a la persona que hay antes de que aparezca el problema. Antes de la
aparición del malvado dragón. Hace referencia al momento en el que todo está
bien, tranquilo. El inocente no contempla que su vida pueda cambiar. No piensa
que va a tener que pasar por distintas pruebas y situaciones que van a poner
todo su mundo patas arriba.
El siguiente personaje que
aparece es El Huérfano. Se
corresponde con la aparición del dragón (el dragón representaría al problema
que se presenta en la vida). Este personaje representa el momento en el que nos
damos cuenta de que nuestra vida ya no es tan sencilla, ahora hay un dragón en
ella y podemos llegar a sentirnos un poco solos ante el peligro. Hay que pasar
por un duelo por esa vida feliz y tranquila que se ha visto alterada por la
presencia del dragón. El huérfano puede tener algunos problemas para reaccionar
ante la nueva situación ya que tiene que asimilar el cambio. Es el momento en
el que aparece el desamparo. Se deja atrás una vida cómoda y aparece la
sensación de haber perdido algo.
Después está El Vagabundo. Este personaje se niega a ver lo que está pasando.
Prefiere ignorar al dragón antes que hacerle frente. Esta actitud se puede
manifestar de distintas formas: Puede negar su existencia, puede pensar que el
dragón no le afectará a él o puede llevar a cabo conductas que le permitan
evadirse del problema (dormir en exceso, uso de alcohol o sustancias…). El
vagabundo va vagando por el mundo como si no hubiera un dragón en su vida. Va
de un lado a otro, dando tumbos, sabiendo que en el fondo tiene un problema al
que tiene que enfrentarse, pero haciendo como si no fuera con él. Es la parte
de la negación.
Pero como buen dragón, éste va a
conseguir hacerse notar, y va a llegar un momento en el que será imposible
negar su existencia. Es aquí cuando entra en escena El Mártir. Es en este momento cuando el personaje sufre. Se da
cuenta de que el dragón es más fuerte de lo que pensaba. Es consciente de su
dolor, de las dificultades por las que está pasando y de lo que le queda por
delante. El mártir es posiblemente el que más sufre y puede incluso caer en el
victimismo. Puede aparecer rabia, frustración, tristeza…El mártir tiene que
llegar a tocar fondo para que pueda aparecer el siguiente personaje.
El guerrero. El dragón sigue estando presente pero ya no hay tanto
sufrimiento y el guerrero es capaz de plantarle cara y luchar. Como todo
guerrero, este personaje va a luchar numerosas batallas, algunas las ganará y
otras las perderá, pero nunca se rinde. Caerse no es malo, pero hay que volver
a levantarse. Eso es lo que piensa el guerrero. No se da por vencido y aunque
el dragón le gane a veces, sigue luchando. Es este personaje el que se da
cuenta de lo que es capaz y se siente con fuerzas y ganas para enfrentarse al
dragón.
Si se pasa por todos los
personajes, sin estancarse en ninguno, llegará el momento de El Sabio. Este personaje ya no lucha
contra el dragón, sino que es capaz de integrarlo en su vida, teniendo en
cuenta lo bueno y lo malo. El sabio se siente positivo, alegre. Ha descubierto
que tiene muchos recursos que le facilitan entender al dragón y aunque quizás
nunca llegue a ser amigo del dragón, puede verle como lo que es: una dificultad
en la vida que aparece para ayudarnos a crecer y madurar como personas. Este
personaje es el que es consciente de que un dragón no es algo que queremos tener
en nuestra vida, pero que tampoco tiene porqué ser lo peor que nos pase. De
todo se puede sacar algo bueno y el sabio es capaz de hacer ese ejercicio de
pensar en positivo.
En esta vida es posible que nos
crucemos con más de un dragón y cada vez que aparece uno tenemos que
volver a convertirnos en todos los personajes citados. Es importante saber que
cada personaje cumple un papel y todos tienen algo bueno. El problema es cuando
nos estancamos en un personaje y no somos capaces de continuar hasta el sabio.
Cada crisis, cada problema, puede
enseñarnos algo nuevo. Pero hay que pasar por todos los personajes para poder
llegar al punto de sabiduría y crecimiento. Ese momento en el que eres capaz de
echar la vista atrás y descubrir todo lo que has aprendido y lo que has
conseguido gracias a la presencia del dragón. Los dragones dan miedo, claro que
sí, pero no son invencibles.
¿Hay algún dragón presente en tu
vida? Si es así, ¿qué personaje estás representando ahora? Si quieres, puedes
compartir tu experiencia en saguesdm@gmail.com
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