Thinking outside the box: Atrévete a correr riesgos

"Thinking outside the box" es una frase que eschuché este verano y hace referencia a salir de nuestra zona de confort. Todos tenemos un ambiente, un lugar, un trabajo...lo que sea, donde estamos cómodos y no nos planteamos salir de ahí. Pero, ¿Es ahí dónde realmente quieres estar o te da miedo salir de esa zona? Sentirse seguro es algo muy importante, eso sin duda, pero hay una línea muy fina entre la seguridad y el conformismo. Muchas veces por miedo a fracasar o por miedo a equivocarnos, no nos atrevemos a dar un paso más allá. Estar a gusto con algo está bien, pero conformarse no. Si no te atreves a dar el salto, nunca sabrás hasta dónde eres capaz de llegar. El límite te lo pones tú. Tú decides dónde quieres parar. Pero si decides parar, que sea porque ya has llegado a donde querías llegar, no por miedo a fracasar.

El fracaso no es algo tan malo como lo pintan. Claro que a nadie le agrada hacer las cosas mal y ver que se ha equivocado, pero el fracaso es otra forma de aprender. Aprender que esa no es la manera de hacer las cosas, pero si no sigues intentándolo nunca sabrás cuál era la forma correcta de hacerlo. Es triste pensar que dejamos escapar grandes oportunidades solo por miedo a...miedo a que no salga bien, miedo a que me rechacen, miedo a no encajar, a no saber hacerlo...miedo a cualquier cosa. El miedo es adaptativo también en ciertas ocasiones (hablaremos de ello más adelante, junto con el estrés y la ansiedad) pero en estos casos el miedo es única y exclusivamente un obstáculo. Lo realmente maravilloso ocurre fuera de nuestra zona de confort. Se necesita coraje para cambiar las cosas, pero si te atreves a ir un poco más allá, verás que merece la pena.


En muchas ocasiones lo único que se interpone entre la felicidad y tú eres tú mismo. El ser humano puede ser grandioso y a la vez un verdadero capullo (con perdón). ¿Cuántos de vosotros os habéis auto-saboteado alguna vez? Las personas pueden convertirse en sus peores enemigos. Siempre he creído que la única persona capaz de destruirnos realmente somos nosotros mismos. Pensamientos como: "no valgo nada", "nunca voy a conseguir nada de lo que me proponga", "nada se me da bien"...son pensamientos muy típicos entre las personas (por desgracia) y si vinieran de otra persona no tendrían tanto valor como el que le damos si nos los decimos nosotros mismos. Todos estos pensamientos son los que nos paran y nos animan a no intentar nada nuevo.

El miedo va muy unido a la autoestima. Cuanto más inseguro te sientas, más miedo tendrás a hacer y probar cosas nuevas. Pero, ¿por qué parece que a veces la gente prefiere conformarse con lo que tiene en lugar de probar algo mejor? Sencillamente porque correr un riesgo requiere no solo de valentía sino también de esfuerzo, tanto físico como mental y muchas personas no están dispuestas a pasar por eso. Es como cuando una persona con obesidad prefiere seguir con su estilo de vida por muy perjudicial que sea antes que esforzarse por hacer ejercicio y dejar de comer tanto. Los cambios cuestan, por supuesto. Tú decides si prefieres una vida cómoda, sin aventura y sin esfuerzos o una vida donde cada día descubras lo capaz que eres de seguir creciendo. Las personas dejan de desarrollarse cuando deciden que ya no quieren seguir disfrutando de la vida. Viven sus días como rutinarios, hacen siempre lo mismo y no se plantean ningún cambio. Esto puede parecer agradable, pero a la larga lo que produce es una gran insatisfacción, porque en el fondo todos sabemos que podemos hacer grandes cosas. El problema es que no todo el mundo tiene lo que hace falta para ponerse en marcha.


La vida está llena de cosas maravillosas y de oprtunidades increíbles, pero solo para aquellos que están dispuestos a aceptar el reto. Hay que experimentar la vida, no simplemente pasar por ella. Cada día trae miles de oportunidades nuevas, depende de ti cogerlas o ignorarlas. A veces es preferible arrepentirse de las cosas que hemos hecho antes que arrepentirnos de lo que hemos dejado de hacer. Otra frase que me encanta es la que dice" la vida no es esperar a que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia". Las cosas no siempre van a ser fáciles, pero sino lo intentas, nunca sabrás qué otra vida podrías haber tenido. No huyas de las complicaciones, aprende a lidiar con ellas. Cuantas más experiencias vivas, más enriquecedora será tu existencia. Como ya sabéis, la vida es muy corta para verla pasar por la ventana. Sal a la calle y corre riesgos. La mayoría de las veces te equivocarás, harás las cosas mal, te sentirás perdido, desmotivado, cansado...pero todo eso merecerá la pena cuando por fin alcances tu objetivo. Todos los malos recuerdos se desvanecerán cuando llegues al final de la escalera. Solo recuerda ser bueno y agradable contigo mismo durante el proceso. No te machaques ya que eso solo hará que te alejes más de tu objetivo. Cada palabra negativa que te digas a ti mismo supone retroceder un escalón. Date las gracias por atreverte a probar cosas nuevas, aunque no salgan de la manera que esperabas. Anímate cuando veas que flaqueas y apóyate en amigos y familiares, recorrer el camino solo puede resultar agotador.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Hemisferios Cerebrales

TOC vs TOCP

Odio, rencor...¿de qué sirven?